sábado, 12 de diciembre de 2020

URTICARIA, MARUCHI LEÓN

 CÉSAR  L. NOGALES nos dice:

    Me preguntáis que por qué me gustó la lectura de Urticaria, pues porque Urticaria es una voz, es una voz que se instala, que vive, en el cuerpo de una mujer y produce esa comezón que provocan las ortigas en el alma. Me lo seguís preguntando y yo os digo que escuchar Urticaria fue saber que el desaliento vive y se muestra en nosotros. Y cuando lo volvéis a preguntar os digo que Maruchi León no dice el texto de Urticaria como lo dicen otros actores o actrices, y eso está bien, sino porque el texto se dice en Maruchi León, vive dentro de ella y arrasa, arrasa con su piel y con nuestras almas. Maruchi León lee Urticaria y las palabras salen por la comisura de sus labios y sus ojos; tiene la fuerza de lo que no sólo entra por los oídos: nos gusta Urticaria porque las palabras de Maruchi León nos hieren, nos dicen decir lo que nos callamos, lo que no queremos saber, y por eso son palabras que nos fatigan y a la vez nos muestran cómo y de qué manera estamos vivos; son un aliento que nos construye porque nos destruye: nadie sale ileso de Urticaria; sus palabras escuecen y no hay talquistina, ni nivea, que valga, para la comezón del alma. De las palabras sólo nos salvan las palabras. Este texto que vamos a escuchar es de mucha calidad, porque es extraordinariamente hermoso, porque es dulce y porque nos araña. Algo dulce que nos araña.



ALBA MONGE HERNÁNDEZ comparte su experiencia:


 


 Hoy, día diez de diciembre de 2020, nosotros los alumnos de artes escénicas de primero y segundo de bachillerato del instituto Alqazeres hemos tenido el placer de recibir en nuestra clase a Maruchi León.

    Ella nos ha leído su texto original llamado Urticaria, que habla sobre el desengaño amoroso mediante un monologo interno y otro exterior.

    Más que una charla, con la que saltarnos las tres últimas horas (que también), ha sido una experiencia única e irrepetible, el tono amistoso de toda la duración de esta, vamos a llamarla reunión, nos ha servido para de una manera divertida aprender sobre este oficio al que muchos de nosotros queremos dedicarnos, el teatro.

Creo que hablo por todos cuando digo que esta lectura dramática nos ha servido para reflexionar, ya que habla sobre tema que, como ha dicho Maruchi “viviremos o habremos vivido ya”. También el tono, la forma de hablarlo, de narrarlo, de decirlo nos ha llamado la atención, esos momentos de tensión que hemos vivido y esos momentos rápidos donde el texto aceleraba para acabar en una pausa, ha sido una experiencia magnifica.

    Por lo que yo he podido sentir y observar, nuestra atención no se ha desviado ni un segundo de la lectura y creo que esto es importante mencionarlo. Los sentimientos que han aflorado con esta lectura dramatizada son de complicidad hacia el personaje ya que las emociones como el amor, el desengaño, el dolor son comunes para todo el mundo.

    Aparte de esta lectura, hemos tenido una sesión de preguntas que nos han ayudado a conectar con ese lado artístico de Maruchi León; a enseñarnos a ver el teatro con otros ojos, verlo como algo te llena el alma no solo para ganar dinero o fama.

    Nos ha hablado de su carrera como actriz y los problemas que esto conlleva, pero, sobre todo, las cosas que le hacen feliz de su trabajo, porque ser actriz es como cualquier otro trabajo.

    Por lo tanto, confió en que, como yo, todos mis compañeros allí presentes nos hayamos ido con las mismas sensaciones y con un sentimiento de que, por fin, alguien nos comprende y nos ayuda a resolver algunas de tantas dudas que tenemos sobre nuestro futuro.

    Pienso que esta reunión la recordaremos por el resto de nuestra vida y diremos que hemos podido disfrutar de estar junto a una grande del teatro español de las décadas y que estudiaremos en el futuro.


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