Verba Al-Qázeres: Luis Landero, en su tierra.

El viernes 17 de abril, Luis Landero volvió a visitar su pueblo natal, Alburquerque, para entregar los premios a los ganadores del Concurso de Narraciones Cortas Luis Landero que organiza el IES Castillo de Luna. La cita es anual y quienes hemos sido profesores en el instituto de Alburquerque y hemos estado vinculados al certamen acudimos siempre que podemos a ver a Luis y celebrar con él y con toda la comunidad educativa esta fiesta de homenaje a nuestro querido novelista y de fomento de la escritura y la creatividad en los alumnos de IES de toda España e Iberoamérica. Pero esta convocatoria ha sido muy especial, pues hemos celebrado la XXV edición del certamen. 25 años ya desde que tres profesores del centro por aquellos años -Carmen Macías, Ángel Campos Pámpano y Manuel Pecellín Lancharro- tuvieron la idea de poner en marcha este concurso para animar a los jóvenes a seguir los pasos de el escritor extremeño, que acababa de publicar su primera y exitosa novela Juegos de la edad tardía. El IES Castillo de Luna se volcó en este acto, con un jurado excepcional para la ocasión (además de los miembros del departamento de Lengua del instituto, han formado parte del jurado en esta ocasión escritoras como Irene Sánchez Carrón y Pilar Galán o profesores de la Universidad como Miguel Ángel Lama) y con un fin de fiesta espectacular montado por alumnos y profesores del instituto (escenas de ballet de El pájaro de fuego de Igor Stravinski). Nuestra más sincera enhorabuena a toda la comunidad educativa por la organización y celebración de este acto.

El IES Al-Qázeres no podía dejar de asistir a esta fiesta de la literatura, por el vínculo tan afectivo que actuales profesoras de Lengua tienen con la figura de Luis Landero y con el IES Castillo de Luna.

Luis Landero, en un momento de su discurso, acompañado de los alumnos ganadores, procedentes en esta ocasión de IES de Valladolid, Lérida y Bollullos del Condado (Huelva). Durante su intervención, Landero habló de la escritura como arma contra el olvido. Estamos instalados, afirmó, en la época de la actualidad, del presente, hay que estar al día de todo, tener lo último, conocer lo último. Pero, ¿y el pasado? ¿Quién se ocupa de que el pasado no muera definitivamente condenándolo al olvido? En El balcón en invierno, Landero decía haberse propuesto esa tarea: escribir para no olvidar, para recordar y reconocer todo lo que han hecho por nuestro país esas generaciones de españoles -la generación de sus padres- que vivieron la Guerra Civil y que no tuvieron muchas posibilidades ni oportunidades en la vida. Posiblemente, su único logro haya sido haber sacado adelante a sus hijos.