domingo, 15 de mayo de 2022

CORAZONES DE BARRO

    En la planta baja del edificio principal, las baldosas, frías e inmutables, se han apartado para dejar paso a las incipientes raíces de un árbol.

    Sus ramas finas se extienden a lo lejos, abarcando cada vez más espacio, y de ellas, atados con hilos blancos, cuelgan delicados corazones de barro.

    ​El árbol está rodeado por su propia atmósfera, donde la quietud se mezcla con belleza etérea que consigue atrapar a todo el que por allí pasa, animándolo a acercarse y a observar el árbol con detenimiento. De esta forma, es posible apreciar detalles que se nos escapan a simple vista: como la naturalidad de las flores que brotan justo desde los ventrículos de uno de ellos o las cadenas tensas que contienen a la piel latente de otro o la sencillez implícita en las formas del corazón.

    ​Estos corazones metafóricos nos muestran que la fragilidad convive con la dureza en un equilibrio perfecto, y que el más mínimo tambaleo puede romper las cuerdas, puede rompernos, y entonces, lo único que quedará será un árbol vacío y un montón de corazones rotos.

Marta López Castaño.

1º Bachillerato E












ESTE ES UN TRABAJO DE LOS ALUMNOS DE VOLUMEN DE 1º BACHILLERATO, COORDINADO POR SU PROFESORA: CAROLINA MATEOS

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