jueves, 9 de marzo de 2017

Mis libros, mi viaje. Mariluz Dominguez



Mariluz Domínguez. Profesora
Mi infancia, como la de casi todos los niños de mi generación, se llenó con la comba, los patines y la bicicleta. La lectura y sus placeres llegaron con la adolescencia. ¡Empecé a lo grande, con los clásicos! Aún recuerdo el estupor que me produjo La Celestina o las carcajadas (con los años se tornaron llanto) de El Quijote. Leí a Lope, a Calderón, a Quevedo...Todos me venían bien. Entonces me descubrí con Augusto Pérez suplicante ante Unamuno. Mi perspectiva cambió. Leí a Cernuda y a Lorca, incluso a Kafka. Parecía estar en otro nivel.
LLegó la facultad, con ella las Clásicas y el humor inteligente y sarcástico de Aristófanes que retomé con Mendoza, flamante premio Cervantes y mi autor de cabecera.
Luego hice las américas y allí aprendí todo lo que sé de literatura hispanomericana: Cien años de soledad, La muerte de Artemio Cruz, El llano en llamas o Primavera con una esquina rota (primera novela que compartí con mi compañero de viaje). También llegaron mis lecturas en inglés, para mejorar mi "competencia lingüística en lengua inglesa" y paliar un frío de mil demonios. Leí el XIX británico y el XX americano, y descubrí que Fiesta de Hemingway no es Party en inglés, sino The Sun Also Rises.
Volví a casa y me identifiqué tanto con La escritura y la vida que casi desfallezco. Eso es la Literatura para mí, pura catarsis, como en los griegos, y el agua que sacia mi "Sed de Conocimiento" y crecimiento personal.
Seguiremos leyendo y caminando.

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