viernes, 21 de febrero de 2020

ENCUENTRO CON LA ACTRIZ MARUCHI LEÓN


Maruchi León estuvo en el IES Al-Qázeres el 20 de febrero de 2020, y era jueves y no llovía, y charló con los alumnos

de Primer y Segundo cursos de Artes  Escénicas,

y también con los de Cuarto de la ESO,

que oyeron su avatar escénico,

que les habló de la lucha y

del trabajo. Y lo hizo con la

alegría de haber sabido

elegir. Y nosotros escuchando

alegres. Fue fiesta y

hubo clase.
Gracias.


   Así, El Director del Centro, José Miguel Iglesias recordó cómo para los cacereños fue una fiesta conocer el éxito de Maruchi León cuando hizo El público de Lorca. Y no actuaba, habló con palabras llenas de emoción que llegaban, de verdad, a los que escuchábamos. 

  
  
   Luego tomó la palabra, la palabra en escena, Pilar, alumna de Segundo curso, que hizo parte del monólogo de Sólo para Paquita. Estaba nerviosa, estaba Paquita, estaba entregada. Lo quiso hacer y fue valiente. Estas fueron sus palabras:





Me llamo Paquita y estoy enamorada ya lo dije. Pensé que me iba a resultar más difícil… pero no ha sido así, lo he dicho como si tal cosa. No debo avergonzarme, tampoco sentirme  culpable. Es una enfermedad, nada más que es una enfermedad,  que se puede superar, vosotros lo sabéis mejor que nadie, una enfermedad que se supera con la comprensión y la solidaridad de los que han pasado por lo mismo, como vosotros, por eso estamos aquí, por eso por fin me he decidido a venir, porque necesito ayuda vuestra, ayuda porque no puedo más…

Ernesto Caballero: Sólo para Paquita.

   Luego habló Paco Morales, profesor de Artes escénicas de Cuarto de la ESO y de Lengua en Primero de Bachillerato del grupo E. ¡Qué emoción hablar de la emoción, oírle hablar del reconocimiento, de lo que significa para él una actriz como ella, de saber que las decisiones de los jóvenes son importantes para siempre!

   Y más tarde todos los jóvenes hablaron sobre el recorrido, el currículum, de Maruchi León, porque sabíamos que no queríamos ser los profesores los que habláramos de Maruchi León, sino que pretendíamos que ella hablara con todos a la par que nuestros alumnos nos la presentaran. Contaban y preguntaban, tras haber sido asesorados a través de la excelente labor de César Nogales, profesor de Artes Escénicas de Segundo de Bachillerato y de Lengua de Primero de Bachillerato, pero sobre todo un gran entendido en teatro. Y ella contestaba con voz dulce unas veces, juguetona otras, amable siempre, decidida cuando hablaba de las decisiones, entrecortada si contaba emociones. Y se movía, y se movía, y abría los brazos y su cuerpo acompañaba a las palabras.  Y así supinos muchas cosas que no olvidaremos, porque nos enseñó una manera de amar la profesión.  Recordemos algunas cosas que se dijeron:



Tras hacer un repaso por sus inicios en la televisión, en series como Crónicas urbanas y Farmacia de Guardia – esta última fue la que le lanzó a la popularidad -, Canguros, La casa de los líos, El Comisario u Hospital Central, se centró la conversación en su faceta teatral. Sus anécdotas más profesionales y más personales a la vez mantuvieron a los alumnos muy atentos a sus palabras. Y no podía ser menos con unos inicios en obras como El público, de Federico García Lorca, ese teatro llamado “imposible”, que representó junto a Juan Echanove o José Coronado, entre otros. También participó en la puesta en escena de Alesio, de Ignacio García May, dirigida por Pere Plenella. Mario Gas, en 1989, dirigió Frank V, de Friedrich Dürrenmatt , una reflexión sobre el poder de la banca, donde  Maruchi León aparecía acompañada por actores de la talla de Juanjo Puigcorbé, Emma Penella, Mercedes Sampietro, María Luisa Ponte, Luis Escobar (en su último papel teatral).

Conquistó rápidamente a los alumnos al referir su anécdota de cómo conoció al entonces director del Centro Dramático Nacional Lluis Pasqual, en una entrega de premios Fotogramas. Toda una lección de teatro.


    Continuó la actriz contando su experiencia como doña Inés, en un montaje mucho más rompedor que el clásico don Juan Tenorio, de Zorrilla.  Era 1989. El director Ángel Facio proyectó una versión con la estética de los felices años veinte del pasado siglo. En el reparto, además de ella, aparecían actores como  Joan Llaneras y Rosa de la Torre.
   Por otro lado, se abordó el tema de su participación en el cine: Soldadito español, de  Antonio Giménez Rico, junto a Maribel Verdú, Juan Luis Galiardo, Luis Escobar, Amparo Baró, José Luis López Vázquez y Miguel Rellán.  Y antes en La ley del deseo, de Pedro Almodóvar, con Eusebio Poncela, Carmen Maura, Antonio Banderas, Miguel Molina, Fernando Guillén, Rossy de Palma y  Bibiana Fernández.
   Llegó el año 1991. Antena 3 Televisión estrenaba una de las series de mayor audiencia de la historia de la televisión en España. Maruchi León interpretaba a Pili, la manceba de la botica de Concha Cuetos, tal vez  su papel más popular. Abandonó esta serie no sin dejar de recibir el Premio de la Unión de actores.
   Y su carrera teatral continuaba, en este caso interpretando la obra de Ignacio del Moral La mirada del hombre oscuro, en la Sala Olimpia de Madrid, dirigida por Ernesto Caballero, un director clave en su vida profesional. Compartió escenario con Carmen Balagué, Jorge Merino, Manuel de Blas, Jarju Mulie y Ly Babali. La versión cinematográfica fue Bwana, de Imanol Uribe.
Precisamente fue Ernesto Caballero quien escribió su Sólo para Paquita. Una alumna de 2º de Escénicas ha interpretado un pequeño fragmento ante Maruchi. Paquita, la protagonista de la historia, que sufre mucho tras ser abandonada por su amado, y que opta por unirse a un grupo de apoyo para gente solitaria y compartir su melancólica historia de desamor. Sin embargo, en este caso la mujer no será tan inocente como parecía al principio. Maruchi sorprende a  los chicos con el desenlace de la obra.
   Y, de pronto, consigue ganar el Premio Ercilla a la mejor actriz revelación, por su interpretación de Laura en El zoo de cristal (1994). Allí, con Maruchi León, estaban Amparo Soler Leal, Álex Casanovas y Francisco Orella. Laura,  un personaje frágil como las figurillas de cristal con formas de animales que colecciona, mantiene un largo y bello diálogo con su falso pretendiente. En 1995, Ernesto Caballero la volvió a dirigir en Mirandolina. Y sumó otro premio, en esta ocasión el Ágora de Teatro 2002 a la mejor actriz por su papel en La dama boba (2002), con Elena Pimenta como directora en el Teatro de la Comedia, de Madrid. En la misma trabajó con José Luis Santos, Fernando Aguado, José Luis Gago, Jordi Dauder, Sergio de Frutos, Isabel Ordaz… Antes había intervenido en Las mocedades del Cid, de Guillén de Castro, en el Teatro Español. Eran veintiocho actores. El primero era Luis Prendes, pero también Juan Carlos Naya, y lo dirigió Gustavo Pérez Puig, director con el que trabajó igualmente en la divertida La venganza de don Mendo, junto a Raúl Sénder. Maruchi contado anécdotas de este montaje.

   Una actriz extremeña no podía dejar de trabajar en un lugar mítico como es el teatro romano de Mérida, donde  participó en Los siete contra Tebas, de Esquilo, dirigida por Francisco Suárez, con compañeros de reparto como Florinda Chico, Blanca Apilánez  o Paco Cecilio. En este mismo escenario fue Cleopatra en 2001, en la obra dirigida por Francisco Suárez  César y Cleopatra, de George Bernard Shaw, y versión de Manuel Martínez Mediero. César era José Luis López Vázquez. Y participaron los alumnos de la escuela de Olivenza. Y en 2004 hizo La Orestiada, de Esquilo, que después se representó en Sagunto, Barcelona y Madrid, con la dirección de Mario Gas. Actores de la talla de Constantino Romero, Vicky Peña, Gloria Muñoz y Emilio Gutiérrez Caba acompañaron en la capital extremeña a la actriz en esta difícil obra.

Pero ahí no queda su trayectoria. En 2002 había formado parte del elenco de Tierra de por medio, de Ernesto Caballero, director también y autor de He visto dos veces el Cometa Halley, un original espectáculo sobre Rafael Alberti, en el que aparecen Machado, Miguel Hernández, García Lorca y más figuras de nuestra cultura. Con ella estuvo Chete Lera, y las parejas formadas por Carles Moreu y Cristina Pons, Roberto Mori y Lidia Otón. A través de sesenta y dos poemas,  nos cuentan la intensa y larga vida de Alberti en la que pudo ver el cometa Halley en dos ocasiones: 1910 y 1986.
Sagunto, Mérida y Las Palmas de Gran Canaria  fueron los lugares en los que en 2005 participó en A Electra le sienta bien el luto, de Eugene O´Neill. dirigida por Mario Gas. Maruchi León compartió escena con Emilio Gutierrez Caba, Iván Hermes, Adolfo Fernández, Mónica López, Ricardo Moya, Constantino Romero y Maru Valdivieso. 





   Y tras este recorrido por una interesantísima vida teatral, Maruchi les habló a los alumnos acerca del método “etjudy”, que ella aprendió en Roma de manos del maestro Anatolij Vasiliev, asentándose su metodología, a la que llama «Teatro en persona», sobre dos pilares fundamentales: entrenamiento psicofísico a través de disciplinas orientales y la puesta en práctica del método de los etjudy o método del análisis activo. Maruchi aprende y experimenta con esta metodología durante periodos de formación a lo largo de cuatro años en el Seminario Internacional de Pedagogía de la Escena: L´Isola della Pedagogia. Producto del primer encuentro es la pieza Ensayo grabado sobre Etjudy de Las tres hermanas de Anton Chejov al que ella llegó a través de una beca en Roma. Finalizó el encuentro con los alumnos proyectando dos momentos de estos “etjudy”, que ella misma explica en diferentes cursos durante los últimos años.

Bastantes alumnos han permanecido en la biblioteca, al final de la mañana, para saludar y hablar personalmente con la actriz. Sin duda, la asistencia de Maruchi León a nuestro centro ha supuesto una  actividad altamente motivadora que ha logrado  acercar aún más a nuestro alumnado de Artes Escénicas al mundo del teatro.


2 comentarios:

  1. Muy,muy interesante. Un resumen PERFECTO. Muchísimas gracias.

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  2. Fantástico poder contar con actrices extremeñas de ese nivel. Enhorabuena

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