Cada 21 de marzo celebramos el Día mundial de la POESÍA. Y desde la Biblioteca del IES Al-Qázeres nos sumamos a esta celebración, como lo hacemos siempre que se trata de reivindicar y dar protagonismo a todos los lenguajes artísticos que son expresión de la intimidad y la creatividad que llevamos dentro, es decir, de todo aquello que nos hace ser humanos.
El cartel conmemorativo de este año, con ese árbol pequeño y un tanto frágil en una ladera montañosa, me hace pensar que la poesía es quizás también así: un delicado soplo de vida en medio de la prosa que puede ser a veces la vida diaria.
Y de árboles y de vidas que se transforman con el paso del tiempo habla este poema de nuestra compañera poeta Emilia Oliva. Disfrutémoslo y celebremos con él la llegada de la primavera y la eternidad de la poesía. Feliz día para todos.
8
en el camino de asfalto desvaído
vera de arena y hojas
eucaliptos añosos en los bordes
la piel del tronco hecha jirones
luna casi llena
en el añil de la noche que se allega
el mismo aroma de otra edad
dos tiempos, dos espacios
dos ojos, dos pies, dos manos
el viento cálido, la penumbra
una estrella fugaz
yo y la otra que fui
camino de qué lugar, de qué días
idénticos crujir de hojas secas
susurro de voces en el viento
olor medicinal de habitación de enfermo
idéntico sobresalto
de frutos que golpean las ramas
caen y expanden, como un enigma
la impenetrable cápsula, en el asfalto
lo que sucedió
sucede en este instante
no hay hoy ni ayer
solo fulgor
revelación
presencia
como si fuera
después
como entonces
el tiempo pulsa su cuerda
queda en los ojos
en las yemas de los dedos
polvo de alas de mariposa
veladura de niebla
Conmovida, agradecida por esta sorpresa que me llegó esta tarde en un ratillo de sosiego en medio del trasiego del viaje, hoy en Dysney. Gracias por difundir este poema y considerarlo digno de aparecer en la celebración del día de la poesía. Emilia Oliva
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